Paso de la virgen
Desde la reorganización de la Hermandad en 1939 tras la Guerra Civil Española, siempre estuvo presente en la misma, realizar un paso parecido al desaparecido en 1939 de la Casa Meneses, para sustituir al construido en 1940 en Barcelona de poco valor artístico, pero que debido al alto coste económico que suponía su realización y los pocos recursos económicos con los que contaba la Ilustre Hermandad, se fue dilatando en el tiempo iniciar su realización.
En la Misa del Voto del 25 de mayo de 1950, el entonces Arcipreste de la S. I. P., M. I. Sr. doctor D. José Jiménez Manzanares, durante la pronunciación de la Oración Sagrada indicó: “la necesidad de que la Santísima Virgen del Prado tenga pronto una carroza digna de Ella, invitando al Municipio, a la Ilustre Hermandad y a todos los numerosos devotos de la Patrona, para que no dejen pasar ni un día más sin que sea atendida, esta necesidad a cuyo fin blindó también su colaboración” (Diario “lanza”, año VII, nº 2173, portada).
Pero no fue hasta finales de 1952 cuando la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado, acuerda en la junta general extraordinaria celebrada el 19 de noviembre del citado año, hacer un nuevo paso a nuestra Patrona y comenzar una suscripción económica entre los hermanos y otra popular entre los ciudadrealeños, nombrándose una comisión para la gestión de todo lo relacionado con el nuevo paso formada por: D. Julio Morales Malagón como Hermano Mayor, D. José Alcázar Oliver como hermano más antiguo, D. José Jiménez Manzanares como Capellán de la Hermandad, D. Benjamín Luis Fernández Malagón como Hermano Mayor entrante, D. Juan Bautista Gil Hidalgo como Secretario de la Hermandad, D. Manuel Acedo-Rico Semprún como Alcalde y hermano, D. Cecilio López Pastor como Vicepresidente de la Diputación y hermano, D. Jerónimo López-Salazar Martínez como técnico y artista, D. Juan Manuel Sánchez González como hermano y labrador y D. Ramón Prado Astilleros como hermano y técnico.
El diario “Lanza” el 25 de noviembre de 1952, a los pocos días de acordarse en la junta de la Ilustre hermandad la realización del paso, se hacía eco de esta iniciativa, siendo en este diario donde se publicaría la relación de donativos recibidos para este proyecto y las personas que lo habían entregado. Estos donativos se podían depositar en varios establecimientos comerciales de nuestra ciudad, en la administración del diario “Lanza”, en la Depositaria de fondos del Excmo. Ayuntamiento y en la Hermandad de Labradores y Ferroviarios.
La comisión se puso a trabajar y solicitó a varios talleres de orfebrería presupuesto, acordándose en julio de 1953 que fuera la madrileña Casa Meneses la encargada de hacer el nuevo paso de la Virgen del Prado. Esta orfebrería paso un presupuesto, por un importe de 502.000 pesetas de plata de ley de 916 milésimas la parte del palio, la sobrepeana y la primera sección del paso, siendo en plata de Meneses el resto y aprovechando los antiguos varales del paso de la Virgen que fueron recuperados tras la Guerra Civil Española. Presupuesto muy elevado para la pobre economía de la Hermandad, por lo que se estuvo negociando con la orfebrería el bajar el presupuesto, acordándose al final el realizar el paso por un importe de 366.000 pesetas en plata de Meneses. La plata de Meneses es en realidad metal blanco (aleación de níquel de mayor pureza) que era posteriormente plateado electroquiminicamente.
A este proyecto de la orfebrería hubo que sumarle el coste del techo del palio y las bambalinas bordadas en oro, por el taller de costura de las Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad de nuestra ciudad, por un importe de 26.000 pesetas, es decir el paso de la Virgen alcanzó un precio de cerca de 400.000 pesetas.
En la suscripción realizada para recaudar fondos, a parte de los ciudadrealeños y hermanos de la Ilustre Hermandad, el Gobierno Civil, Diputación Provincial y nuestro Ayuntamiento, también realizaron sendos donativos para el nuevo paso. Paso que no se terminaría de pagar hasta el año 1955, llegándose a realizar una postulación “Pro Carroza” el 15 de agosto del referido año entre la ciudadanía, para terminar de recaudar el importe necesario para saldar la deuda con la Casa Meneses.
La Casa Meneses Orfebres S.A. fue fundada en 1840 por D. Leoncio Meneses y entonces denominada como Plata Meneses. Plata Meneses pronto pasó a ocupar un destacado puesto en el mercado nacional de platería y cubertería gracias a su excelente calidad y diseño de sus modelos en plata y alpaca plateada. Gracias a ello obtuvo en 1875 el título de Sociedad Proveedora de la Casa Real.
El reconocimiento de Meneses en el ámbito internacional comenzó ya a finales del siglo XIX. Su lujosa orfebrería se exportaba entonces a América y Filipinas. Su prestigio internacional quedó consolidado cuando en 1910 obtuvo el Diploma de Honor en la Exposición Universal de Bruselas.
El éxito alcanzado por la marca Meneses obligó a prestar continuamente una especial atención a los procesos de fabricación, con objeto de mantener la alta calidad obtenida en sus productos entre ellos una amplia selección de objetos destinados al culto divino.
A partir de la 2ª mitad del siglo XX, Plata Meneses, fábrica principalmente cubertería y orfebrería de mesa, dejó atrás las obras de orfebrería religiosa que tanto le caracterizaron en épocas anteriores dedicándose exclusivamente a la cubertería. Hoy en día, Meneses Orfebres S.A., heredera de Plata Meneses, continúa liderando el mercado de cubertería de gama alta, tanto en acero inoxidable, acero plateado, alpaca plateada y plata.
El paso que realizó la Casa de Plata Meneses para la Virgen del Prado, es un paso de palio de estilo renacimiento. El palio es todo de orfebrería llevando en el frontal una cartela con el escudo de Ciudad Real y en la trasera otra cartela con las Órdenes Militares Españolas, siendo sujetado por ocho varales en bronce sobredorado con remates de plata y fue lo único que se salvo del antiguo paso de la Virgen del Prado, como ya comente anteriormente. La mesa del paso está cubierta toda con planchas de plata de Meneses con relieves y sobre ella se encuentra la peana de la Virgen rodeada de una balaustrada y sobre esta cuatro esculturas de los evangelistas en metal dorado. También hay cuatro candelabros de siete luces con ángeles en los pies en metal dorado.
El respiradero del paso se prolonga hasta abajo, lo que hace también la función de faldón en orfebrería plateada. Este presenta una serie de paños de plata que albergan unos medallones con relieves sobrepuestos dorados cincelados con símbolos alusivos a la Virgen María, y en las esquina del paso una cabeza de ángel y en la parte trasera del mismo una gran barra con dragones para empujar el paso.
Como he dicho anteriormente, el techo y las bambalinas del paso fueron bordados en oro por las religiosas Adoratrices de nuestra ciudad, llevando como gloria en el techo del palio el anagrama mariano del Ave María. Este techo y bambalinas fueron sustituidos las actuales que están bordadas en oro de recorte por el ecijano Joaquín Ojeda Osuna, ofrenda de los señores Henríquez de Luna-Medrano en 1988 con motivo del IX Centenario de la aparición de la Virgen.
El paso fue estrenado por la Virgen en sus fiestas de agosto de 1954, y a lo largo de los años ha sufrido varias restauraciones, la primera en el año 1998 por la fábrica de orfebrería JOGAR, de Paracuellos del Jarama (Madrid), que realizó un plateado con carga a todo el paso, colocándole una nueva dirección por los talleres Rivas de nuestra capital. Posteriormente en el año 2011 en la orfebrería de Orovio de la Torre S.L. de Torralba de Calatrava (Ciudad Real), se le sustituyó el chasis, y se cambio el volante de conducir el paso por uno nuevo de orfebrería.
Emilio Martín Aguirre