Como cada 9 de agosto en vísperas de San Lorenzo fue bajada la Virgen del Prado al altar mayor. A las siete de la tarde se abrieron las puertas de la Catedral y bajo el repique de campanas y la quema de cohetes, como manda la tradición en esta ciudad desde hace siglos, se anunció a todos los habitantes de Ciudad Real que su Patrona se encontraba en su paso de palio esperando los rezos y plegarias de los hijos de esta ciudad.

Los cohetes este año han sido lanzados por un grupo de hermanos, que han realizado un curso de pirotecnia, abaratando así el coste de la traca de la bajada de la Virgen.

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