Virgen del Prado - Ocurrido en la ciudad II
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En este azaroso período de la historia de España no todo fueron alegrías en Ciudad Real. No tardaron los franceses en entrar en la capital de la Mancha y dejar en ella la guarnición que asegurase el gobierno del intruso José Bonaparte. El 27 de marzo de 1809, sin oposición alguna, entró la avanzadilla francesa. Hacía unos días que, llenos de terror y pánico ante la proximidad de las fuerzas de Napoleón en esta ciudad, habían huido los vecinos a pueblos más seguros. Fue tan grande y general la dispersión y despoblación que las casas principales, los edificios públicos, el comercio y hasta las iglesias quedaron cerradas y calles enteras sin vecinos. Los franceses se fortificaron en la Casa de Caridad (Hoy cuartel del Regimiento de Artillería), sin exigir más tributos que los ordinarios en un país conquistado. Respetaron los templos, y es más, ellos mismos encargaron funciones religiosas. El buen comportamiento de los invasores volvió la tranquilidad y, poco a poco, fueron regresando los fugitivos reintegrándose en sus cargos. Se nombró una Junta Popular en la que figuraban don Alonso Pastor, los curas de las tres parroquias, el prior de Santo Domingo, los abogados, don Raimundo Quirós y don Antonio Buró. Fueron designados alguaciles mayores, don Ventura Carrión y don Angel Enriquez. Duró poco tiempo esta tranquilidad. En 1810 ocurrió algo extraordinario, hecho que, para mayor fidelidad en su narración, a continuación transcribimos lo que textualmente se dice en los folios: 28, 29, 30 y 31 del referido documento. Dice así: "Para que en posteridad y en toda época tengan los hijos de Ciudad Real la veneración y culto que es debido a su Sma. Patrona María del Prado Señora Nuestra, y no olviden el prodigio milagroso, claro y manifiesto que obró en favor de todos los moradores de este pueblo, sus casas y haciendas; sé relaciona como el día ?? de mayo de 1810, hallándose con guarnición francesa en fuente construido en la Real Casa de Caridad con toda solidez según. el arte de la guerra e invención del enemigo para custodia suya, inexpunable a no ser por un grueso ejército y cañones de batir según sus torreones, fosos, rastrillos de frisas, con estacadas, tribunas de observación, troneras y antepechos que en su grande extensión tenían, aún en lo interior de la casa principal y tahonas, corte en la calle de Toledo, plazuela de San Antón, calle de Pedrera, con inclusión de las huertas inmediatas y alguna casa de los vecinos que demolieron por su dominación; apareció la partida de guerrilleros (con el título de Brigans por el enemigo) al mando de Ventura Jiménez, un mísero arriero, sin sombra de milicia, hasta el número de 300 hombres de a caballo, estos dispersos y reunidos uno de cada pueblo, sin uniformidad en armas y vestido, hizo mansión en este pueblo y al segundo día pasa un parte al Comandante francés intimándole la rendición, quien lo desatendió con mofa y desprecio; repite otro que al no entregarse pasará a cuchillo toda la guarnición del que se ríe también teniendo a menos la contestación y al efecto no la dió, pero si se indignó contra el vecindario al verle mezclado con los individuos de partida, con armas en las manos, y aún insultándole con acciones indecentes que él mismo observaba desde sus viseras y fortaleza: ocurría también el que diariamente, había de dar esta noticia una o dos veces a la guarnición que había en Almagro, cuya comunicación se le intercetó tomando los caminos dichos partidarios los que también impidieron la entrada de sus diarias raciones, y noticias que en cada hora se le daba al citado Comandante. de lo ocurrido en el pueblo; todo lo cual encendió con mayor actividad el fuego y furor contra sus vecinos. El día segundo de estos altercados visto por Ventura el ningún afecto de sus parlamentos determina construir un parapeto de madera, y que dirigido este por el paisanaje, conducido con cuatro ruedas llegue hasta el foso de su fortaleza resuelto a demoler el primer parapeto de mampostería cuya empresa hubiera costado muchas vidas, y en efecto se hizo la maniobra de madera por dirección de uno de sus oficiales y para el intento se colocó en la plazuela de Don Diego Muñoz (hoy plaza de José Antonio), pero estando el director en ella observando la fortaleza para emprender la acción le dirige el centinela un tiro del que le quita la vida, quedando muerto en la esquina que llaman de Delgado (hoy calle de la Rosa), siendo esto como las cinco de la tarde, pero habiendo llegado a noticia del referido Ventura, viene a el pueblo como a las siete de la noche, que para mayor confusión era oscura y fría, hace llamar al pregonero y que a voz de este se publique un bando por toda la ciudad que en aquel momento se hubiesen de reunir todos sus vecinos sin distinción de personas en la plaza pública y campamento que tenía en la era del Cerrillo, llevando cada uno toda clase de armas, picos y azadones pues se iba a dar el asalto a la fortaleza y degollar la guarnición, y en efecto, se ejecuta el mando al son de caja y acompañamiento de partidarios y en su observancia da principio la reunión de todas gentes por lo terrible del pregón que amenazaba de muerte a el que no le obedeciese, siguiéndose a este primer movimiento, un general llanto en todas las familias y casas de la población, unas llorando a sus padres, otras a sus maridos, hijos y hermanos y todas lamentándose como quien mira próxima y cercana su muerte, corriendo en la mayor amargura a el templo de Santa María del Prado, en quien colocaban sus corazones seguro del consuelo y remedio en tan claro conflicto, y a la verdad esperaban, con justa razón en su Patrona la que viendo tantas lágrimas vertidas en su Santa casa movió el ánimo de las personas del primer orden para que hicieran ver a Ventura la sangre que iba a derramarse 'y sin ningún fruto atendiendo a la confusión 'de la noche, su oscuridad y a la ninguna dirección que podría darse a las gentes, por la algazara y bullicio con que se conducían que suspendiéndolo hasta el día siguiente podría conseguirse el intento con menor sacrificio cuyas razones tocáronle al corazón y así lo concedió". |