Virgen del Prado - Fragm. cortaron de la Virgen I
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Fragmentos que cortaron de la Imagen de la Virgen del Prado. Esculturas que con estos fragmentos hizo el Lic. D. Antonio Poblete de Loaísa. Nuestra Señora del Prado en Lima. Hecho milagroso ocurrido en las aguas de los mares del Nuevo Continente por intercesión de la Virgen del Prado. |
La sagrada imagen de nuestra Patrona, cuando fue hallada por Floraz en la cueva de Velilla de Jiloca, como decimos en otro lugar, era sentada, a la forma de matrona romana, figura que conservó hasta principio del siglo XVI que fue trasformada en la forma actual. La imagen fue mutilada por los pies y por delante en las rodillas, para que pareciese parada siendo como era sentada. Algunos historiadores han censurado duramente dicha mutilación, sin tener en cuenta la mentalidad de aquellos tiempos en el que igualmente fueron transformadas más de cien esculturas de Vírgenes antiquísimas, -como indica Lafuente en su libro: "La Iconografía Mariana de España en la Edad Media". Ni siquiera tratan de investigar cuál fue la razón de tal reforma. Nosotros lo vemos de otra manera. La intención de aquellos innovadores, no pudo ser otra, que el considerar la imagen parada más propicia para lucir mejor sus mantos, joyas y coronas, y parecer, de esta forma, que su divino rostro deslumbra más la belleza y la emotividad que causa en sus devotos. Otra idea no cabe en un siglo tan fervientemente religioso y con un rey tan católico como Felipe II. Darle a esta reforma otro carácter sí que es verdaderamente censurable. Con los fragmentos cortados a la sacrosanta imagen, dice e! Padre Joaquín de la jara, célebre historiador de nuestra Patrona, que fueron hechas otras esculturas de Vírgenes pequeñas, siendo una de ellas, la tallada por Antonio Poblete de Loaisa, que él mismo llevó al Perú y en la actualidad, con la misma advocación del Prado, es venerada en la iglesia de Recoletas Agustinas de Lima, donde cuenta con numerosos devotos. Pertenecía Antonio Poblete de Loaisa a una de las más distinguidas familias de Ciudad Real. Dedicó sus primeros años al estudio, graduándose de Licenciado. A la edad de elegir estado se casó con una mujer de conocida virtud aunque desigual en linaje. No agradó a sus parientes este matrimonio y por el cual llegaron a retirarle todo trato familiar. Tuvo una hija y, aunque tarde, quiso tomar oficio para mantener a su familia, Fue pintor escultor y a pesar que no descubrió gran habilidad en estos oficios, fue bastante para sufragar el sustento de los suyos, y realizar dos magníficas obras que le dieron gloria y celebridad en la posteridad. Fue, una de ellas, la pintura del cuadro de Nuestra Señora de los Remedios, en cuya ermita, hasta nuestros días, se le dió culto público. La segunda, la talla de la imagen de la Virgen que llevó al Perú. El Rvdo. P. Alonso Villerino, agustino del convento de Almagro, en el tomo tercero de su "Esclarecido Solar", impreso en Madrid, año 1694, titula su capítulo 35 "Del convento de Nuestra Señora del Prado de la ciudad de Lima" en el cual se ocupa extensamente de la imagen tallada por Pobrete y de su escultor. Dice el citado Fr. Villerino que nuestro paisano fue, en aquellos tiempos, uno de los mejores hijos de Ciudad Real y uno de los más fieles devotos de la Santísima Virgen, elegido por la Divina Providencia para ser el propagador del culto de Nuestra Señora del Prado en las lejanas tierras del Nuevo Continente. A continuación nos relata cómo ocurrieron estos sucesos y las vicisitudes que tuvo que vencer hasta llevar a efecto su religiosa misión. Había por entonces, entre los nobles de la ciudad, la santa costumbre de fundar "hospitalillos" de reducido número de camas para la asistencia de necesitados. Junto a estos hospitales se solía levantar una ermita en donde se daba culto a la imagen de la Virgen o Santo a cuyo patrocinio se había puesto la obra benéfica. De aquí las numerosas ermitas que existían en nuestra ciudad por les siglos XV y XVI. Cuando estos hospitales por cualquier circunstancia desaparecían, las ermitas quedaban abandonadas. |